Como bien sabes, la sonrisa es tu primera carta de presentación ante los demás. Una boca bien cuidada, saludable y unos dientes bien colocados pueden reforzar tu autoestima y confianza.
Aun así, muchas personas rehúsan colocarse ortodoncia a determinadas edades, ya que piensan que se trata de un tratamiento limitado a edades infantiles. Como expertos con tres décadas de experiencia en salud dental en Valencia, en la clínicas Conrado Andrés conocemos la importancia de tener una boca sana y te mostramos las razones por las que deberías llevar ortodoncia para adultos en caso de necesitarla, ¡fuera los prejuicios!
Importancia de la ortodoncia en personas adultas
Sin lugar a dudas, la ortodoncia no sirve solo para tener una sonrisa más bonita. Enfermedades de las encías como la gingivitis o periodontitis pueden aparecer con mayor facilidad cuando los dientes están mal colocados o presentan recovecos en los que proliferarán las bacterias.
La ortodoncia también puede facilitar y arreglar la mordida, cuya alteración puede provocar un mayor desgaste de las piezas dentales o problemas de mandíbula. De hecho, las personas que se quejan de padecer fuertes dolores de cabeza o migrañas pueden ver aliviadas estas molestias tras la remodelación de la alineación dentaria.
El tratamiento de ortodoncia para adultos puede ser tan eficaz como para los niños. Dependiendo de tu caso, la duración del tratamiento variará desde los 12 meses hasta los 3 años. Si aun así te da algo de reparo mostrar los brackets siempre puedes optar por materiales invisibles casi imperceptibles e igualmente eficaces.
Ante todo, es imprescindible que realices las revisiones pautadas una vez colocada la ortodoncia. Recuerda que el dentista será quien haga los ajustes necesarios a tu tratamiento odontológico.
Consúltalo con tu dentista
Nuestros profesionales podrán asesorarte y resolver todas tus inquietudes con respecto a este tratamiento. Anímate a mejorar tu calidad de vida y, sobre todo, a alimentar tu autoestima y confianza en ti mismo con una bonita sonrisa. Ya sabes el dicho: más vale tarde que nunca.