No cabe duda, la medicina estética es una tendencia en alza. Sobre todo en personas de más 40 años, las arrugas, las manchas y la flacidez comienzan a ser más visibles.

Un poco de historia

Los tratamientos faciales no se pueden asociar exclusivamente a nuestro tiempo. En los años 30 a.c., Cleopatra ya se aseguraba de tener leche fresca siempre a mano para limpiarse la cara, pues el ácido láctico, entre otros usos, sirve para eliminar las imperfecciones del rostro.

A lo largo de la historia se han ido descubriendo alternativas para garantizar la belleza, y el ácido hialurónico, una sustancia gelatinosa que mantiene la piel humectada y elástica, se ha convertido en una de las mejores opciones.

Beneficios del ácido hialurónico

Textura más suave: Deja la piel más tersa y suave, tanto al tacto como a la vista.

Arrugas menos visibles: El ácido hialurónico reduce el tamaño de las arrugas estimulando a las células de la piel que producen colágeno y elastina, dos fibras que contribuyen a la elasticidad de la piel.


Estimula la regeneración celular de la piel: Contribuye a tener una piel sana.

Pigmentación: Reduce y previene manchas de la edad y problemas de pigmentación en la piel.
El ácido hialurónico también puede embellecer tu boca. El marco de una sonrisa es igual de importante que tener unos dientes bonitos. Sería una pena tener una dentadura perfecta y que quede menos vistosa por presentar unos labios excesivamente finos o arrugas en forma de código de barras en el contorno superior. Si estás pensando en dar el paso, ¡no dudes en contactarnos para hacerte un rejuvenecimiento facial!